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Palacio de La Moneda, medio día del 11 de septiembre de 1973 |
Chile, 11 de septiembre de 1973:
Manuel defiende la casa del presidente Allende desde
la azotea
POR DICK EMANUELSSON
Pasadas las 11.00 horas, apenas una hora antes del
bombardeo del Palacio Presidencial de La Moneda, cayeron las primeras bombas
sobre la casa residencial del presidente Salvador Allende, ubicada en la
Avenida Tomás Moro, en la comuna de Las Condes. En la azotea, con un AKA en la
mano, MANUEL ARMANDO CÉSPEDES RIVERA, de 22 años y uno de los miembros
especialmente seleccionados de la escolta presidencial, GAP, observaba
fijamente el cielo cuando apareció el caza Hawker Hunter. Su camarada portaba
una ametralladora, Punto 30.
Con Manuel nos
sentamos a final del mes de agosto para conversar y escuchar a este combatiente
que estaba dispuesto de dar su vida en la defensa del presidente y al pueblo de
Chile. Y fue una entrevista larga de un tema que todavía se discute mucho en Chile.
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Manuel Céspedes y el reportero sueco, Dick Emanuelsson. |
Video: La entrevista: https://vimeo.com/1118104704
Web: https://chile-dickema.blogspot.com/2025/09/palacio-de-la-moneda-medio-dia-del-11.html
ESTOCOMO / 2025-08-21 / Estamos
acercándonos al 11 de septiembre (2025), un día y una fecha muy recordado en
Chile y también aquí, en Suecia. Fue el 11 de septiembre de 1973 cuando fue
derrocado el presidente Salvador Allende y el gobierno de la Unidad Popular. Y
aquí tenemos al compañero Manuel, Armando Céspedes Rivera, un joven
chileno que tenía 22 años esa fecha. Era integrante de lo que se llamaba GAP,
el Grupo de Amigos Personales, o Grupo de Amigos del Presidente, Salvador
Allende. Fue una fuerza heroica que ese día, no solo estaba defendiendo al
presidente constitucional en el palacio presidencial, La Moneda, en
pleno centro de Santiago de Chile, sino compañeros como Manuel Céspedes
estuvieron también combatiendo con una AK-47 en las manos en el techo de la
casa residencial del presidente Allende, ubicada en la Avenida Tomas Moro, en
la Comuna de Las Condes, de Santiago.
Yo lo había escuchado muy brevemente cuando vino
un historiador chileno a final del mes de junio en un acto. Y me impactó mucho,
porque varios de esos antecedentes que habló sobre el 11 de septiembre el año
73´ ese día, no ha sido muy divulgado, menos en la prensa sueca y los medios
internacionales.
¿Cuál fue tu infancia y cómo y por qué te
incorporaste en el GAP?
– Venimos de (la ciudad de) Talca a Santiago, de
la comuna de Conchalí. Antiguamente Conchalí abarca un gran territorio y
después del golpe militar se dividió en varias comunas. en varios pedazos.
¿Una zona combativa?
– Si tenía su tradición, porque había mucha gente
trabajadora de la construcción. En ese tiempo habían muchas dueñas de casa
también que en esa época también eran familias numerosas; seis hijos, ocho
hijos, diez hijos, hay otras que tenían hasta 14 hijos y el que trabajaba
solamente era el padre.
– La infancia nuestra se puede decir fue de buen
pasar, porque mi padre era jefe del despacho del diario El Mercurio, diario
ultraderecha. Es la primera vez que lo cuento esto. Es que él, por apoyar una
huelga de trabajadores, obreros de El Mercurio él pertenecía al Sindicato de
Empleados Particulares y periodistas y él, por apoyar la huelga de los obreros
lo despidieron. Así que la alegría nuestra, y el bienestar que teníamos duró
hasta cuando yo cumplí 10 años. Después de 10 años vino todo así de viaje, la
pobreza. Hubo que vender la radio, la refrigeradora, el comedor y las sillas
para comer, o pagar la cuenta de la luz del agua. Y así se fue desmoronando el
buen pasar de la familia. Mi padre no pudo salir arriba porque él cuando te
despiden de una empresa de derecha queda enmarcado con una equis, en que en
ninguna parte te van a dar trabajo.
¿En la lista negra?
– Si, en la lista negra.
– Estudiando también en un colegio de curas, al final,
por suerte, se le ocurrió a mi papá sacarnos de ahí y meternos a un colegio
público donde vimos otro mundo. Porque ahí en los colegios religiosos lo único
que se hacía era ir a misa y aprender a rezar y leer la biblia y todas esas
cosas. De santos pasamos a abrir los ojos a leer otros, libros y conocer otra
gente. Poco a poco ya en la educación media, en el gimnasio ya habían cambios
tanto políticos, y aprendí a hacer parte de la organización del colegio.
También empecé como dirigente del colegio del curso. Participé en algunas
huelgas, algunas tomas del colegio. Ya empecé a mirar el mundo real. Mucha
pobreza en los tiempos de (presidentes de Arturo) Alessandri, Eduardo Frey,
estoy hablando del año 60´, 50´, 60´.
– Llegan los años 70´ y es como una esperanza lo
que se hizo dentro de la campaña de Salvador Allende. Yo no entendía mucho los
cambios sociales en la historia del movimiento obrero, bueno uno muchacho en
esa época lo único que hacía era jugar a la pelota o jugar al volante.
– Poco a poco uno se va integrando al Partido
Socialista (PS) a los 15 años y, a los 18 me inscribí para hacer el servicio
militar y a los 19 entré, fue el año 69´. Dentro de la milicia también en donde
uno aprende a hacer soldaditos de guerra y a matar porque eso es lo que enseñan
los militares. Dicen defender, pero también hay que matar. También dicen a viva
voz que hay que respetar al padre y madre y el resto, meterle bala no más. Esa
es más o menos la ideología de las Fuerzas Armadas, que más o menos. No se
puede respetar al hermano, la hermana, al tío ni a los primos si están en el
bando de la vereda, al frente hay que matarlo igual.
– Posterior salgo el 70´ más menos a principio de
marzo del 70´, salgo como licenciado y entro a trabajar a la CORVI, la Corporación
de la Vivienda. Empezamos, a construir un montón de viviendas de cuatro
pisos en los cuatro puntos cardinales de Santiago donde existían muchos
campamentos, muchas poblaciones callampas, como las llamaban.
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El 11 de septiembre de 1983 en Viña del Mar, jóvenes socialistas marchan desde el cementerio y la tumba del derrocado presidente Salvador Allende hasta el centro. FOTO: DICK E. |
¿Era el proyecto de vivienda de Allende?
– El proyecto Allende era la autoconstrucción, la
autogestión de construir. Los propios trabajadores, muchos cesantes
(desempleados) pasaban a construir sus propias viviendas, sus propias casas.
Fue un periodo muy muy precioso que llamó la atención. Era un Programa de País
donde participaban todos, desde el niño o pequeño hasta el adulto. Allende les
dio la herramienta todo, abrió las puertas de La Moneda para que el, el
ciudadano pudiera pasar por el pasillo y sin ningún control policial sin
ninguna cosa y si, uno se encontraba con él en la pasada, se paraba y saludaba.
– Nosotros trabajamos dos horas diarias extra,
gratis, como trabajo voluntario para avanzar en la producción de las viviendas.
Los sábados y domingos, íbamos a los campamentos a ayudar a la gente a hacer
una zanja en caso de lluvia en invierno, para que el agua no entrara a sus
casas, a reparar los techos rotos.
– Pero la juventud, todos los estudiantes estaban
apoyando ese trabajo para levantar, Chile para levantar y sacar a la gente de la
pobreza. Hasta que a fines de junio del 72´ yo ya estaba haciendo algunos
trabajos dentro del partido socialista. Me tocó el trabajo de cuidar diputados,
algunas diputadas como Carmen Lazos, Laura y la hermana de Salvador Allende.
¿Como guardaespaldas?
– Exactamente, pero como un guardia sin armas,
nada, solamente el cuerpo vacío, sin chaleco antibalas y nada, ni un garrote,
ni nada.
– En junio del 72´, como te digo, hubo un
problema con la guardia que tenía Allende que comenzó con la guardia del MIR
(Movimiento de Izquierda Revolucionaria). Seguramente hay algunos libros que
dicen del conflicto que hubo, ahí porque el MIR tenía su arenga que era
“Avanzar sin transar, el Pueblo, Conciencia y fusil, MIR MIR MIR”. Y todo era
que indicaba la revolución con armas.
– La verdad es que, en cierta parte del Partido
Socialista teníamos conocimiento de algunas cosas sobre lo que quería hacer el
MIR, y algunos dirigentes nuestros también participan en reuniones y
conversaciones e intercambios de ideas con ellos. Pero en este caso la
`Tati´ (Beatriz) Allende, la hija de Allende, llegó a la conclusión de
que había que cambiar la guardia. La protección de Allende no estaba muy
segura.
– Empezó a haber muchas revueltas en esa época, con (el grupo nazi-fascista El Frente Nacionalista) Patria Libertad que era un partido de la ultraderecha, que sacaron su gente con casco, con uniformes y con sus signos nazistas, fascistas. Empezó a tomar otro color la política.
· Fidel Castro en su visita a Chile
1971 en ese momento también había advertido sobre una amenaza latente fascista
justamente por la actividad de grupos como Patria Libertad y fuerzas
económicamente y políticamente poderosas en el Chile.
– Nosotros tuvimos información también de la
intromisión de la CIA de EEUU directamente, donde metieron mucho dinero para la
campaña del terror. Llega la huelga de los camioneros y otras huelgas más por
ahí entonces se fue, se produce el 29 de junio de 1973 el “Tanquetazo”. Resuelve el
conflicto el jefe del ejército, el general Carlos Pratt. Yo tampoco estaba todavía dentro del
aparato de personal de Allende y hubieron algunos compañeros que vieron que la
cosa iba en serio, con las balas que tiraron y con los tanques a destruir La
Moneda. Ese día hubo más de 20 muertos. La cosa iba en serio, se olía y se
percibía que estaba en las puertas un golpe militar a esa altura. Algunos
compañeros del GAP se retiraron, y se retira también el MIR y se cambia por un
grupo del Partido Socialista y faltaba gente. Me contactan a mí y a mi hermano
y otros compañeros más y nos fuimos a integrar a esa guardia personal.
– Para nosotros era como subir a otra a una nube
y ver el país y la política y todo lo que sucedía de arriba de una nube. Eso me
pareció el hecho de estar al lado del que dirigía el país. Antes uno no veía,
no tenía esa visión porque uno andaba en la calle y compartía con la gente
común y corriente, con el ciudadano de a pie. Al llegar a ahí, se tomó otra
función o hacer un curso también dentro de ese periodo del 72´, tres meses de
instrucción para preparar el cuerpo, el físico y estudiar un poco como era la
protección y la defensa en caso de un atentado contra Allende.
– Ahí nos acercamos a la fecha fatal junio,
julio, agosto entre que había un conflicto también con unos marinos que estaban
torturando marineros en Valparaíso y los acusaron de levantamiento y de
traición a la patria porque estaban atentando contra la Marina, contra los
altos comandantes, los guardianes de del poder, porque al final ellos tienen su
mentalidad de hacerlo, los perros guardianes del sistema, ya no son guardia, ni
tampoco velan por el bienestar de Chile. Porque ellos están a la orden del del
amo en que, si les dicen que hay que matar y aplastar al pueblo, como están
acostumbrados dentro de la historia del movimiento obrero, hubo muchas matanzas
y esta fue una más. Así que llegamos al fin de semana antes del martes 11 y un
día de asado.
– Allende nos reunió y dijo, él que está preparado, y él que quiere quedarse, se queda, pero son libres de decidir. Si quieren irse a sus casas, y abandonar acá. Ocurrió, pienso, lo que tenía que ocurrir; ninguno se fue, todos siguieron. Si el presidente tenía esa certeza de seguir al mando del país, nosotros no podíamos ser menos.
El 11 de septiembre a las 05.00 horas
– El día martes, el 11, el día estaba nublado, lloviznando, un poco frío y nos despiertan a las 5 de la mañana. Hay que bajar desde la cordillera donde estaba una de las casas de reposo que tenía Allende, a bajar hacia la casa residencial en Tomás Moro. Todo esto fue entre las 6 a 7 de la mañana y a medida que nosotros llegamos ahí, ya la primera escolta se había bajado directo a La Moneda con Allende. Nosotros tomamos el mando de cuidar la casa, porque ahí estaba la señora `Tencha´, Hortensia Bussi. Nos quedamos ahí. Se ordenaron los puestos de defensa, la del portón, la esquina y me tocó a mí estar con otro compañero arriba del tejado de la casa del techo.
¿Era un techo plano, o como era?
– Si, pero no son tan pendientes como los techos
de acá, unos 35 grados. Teníamos ahí cubierta, con una carpa, una ametralladora
punto 30. La verdad que nunca usé una ametralladora, solamente usamos un fusil
en el regimiento. Pero el compañero que tuve al lado, él sabía manejar la. Una
ametralladora punto 30 necesita un ayudante para pasar la cinta. Porque uno
solo no puede, puede ser trancado, se engancha y son tiros (grandes).
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La Casa residencial del presidente Salvador Allende que defendió Manuel u otros integrantes del GAP. |
¿A ustedes solo les habían pasado 120 tiros?
– Si, a cada uno nos entregaron tres cargadores.
¿No es mucho?
– No es nada. No sabíamos cómo nos íbamos a
enfrentar y con quién nos íbamos a enfrentar. E imagínese, nadie sabía nada y
habían dos helicópteros girando arriba de la casa ese día. Nunca pensamos que
aparte de ver el militar, que seguramente está amarrado al piso con otro punto
30, apuntándonos a nosotros hacia la casa, pero no dispararon.
– En Chile está prohibido que un avión o un
helicóptero pase por arriba de La Moneda, o por arriba de la casa
residencial, ya tiene su radio de prohibición de vuelo. De pronto aparece una
patrulla de unos 10 o 12 militares de la aviación. Porque atrás de la Casa de
Tomás Moro, estaba el hospital de la aviación. Y estos soldados de la aviación
con traje de militares de versión azul vienen, atravesando la calle de la
avenida Tomás Moro hacia el portón a donde entran los vehículos nuestros. Como
estamos arriba del techo los divisamos y le pegamos una ráfaga con el AK-47
hacía el suelo, no a matar, porque no teníamos instrucciones de disparar al
cuerpo. Estábamos, esperando nosotros quien daba el primer tiro ya en este caso
fue una advertencia el dispararle al pavimento de la calle.
– Se fueron me arrancaron se fueron y los helicópteros empezaron a disparar. Voy a sentir a los balazos del techo así que agarramos la ametralladora y tuvimos que responderles a los helicópteros. Le dimos un helicóptero al tanque de combustible y aterrizó cerca de ahí en un aterrizaje forzoso de emergencia y el otro helicóptero desapareció también, se fue.
¿Le habían dado?
– Si, le dimos al helicóptero. Eso lo cuenta en
el libro del general SergioNuño Bawden que estuvo a cargo del bombardeo de La Moneda. Él
relata el intercambio de fuego de balas que hubo ahí en la residencia en Tomás
Moro. A todo esto, a los pocos minutos sacan a la `Tencha´ Allende de la casa
en un auto, y se la llevan a un lugar que nadie supo, nadie sabe dónde fue a
dar por seguridad, la sacaron de ahí. Ella sale con un solo chofer que había,
que no era del GAP tampoco, me parece que era de Investigaciones de Policía. Al
par de minutos pasan los [aviones de guerra] Hawker Hunter por la casa y
empiezan a bombardear la casa. Entre todas esas bombas, explotan una cerca de
nosotros en el techo, rompiendo el techo y la onda expansiva nos bota desde la
altura de un segundo piso, de así unos ocho metros más o menos. Afortunadamente
caímos en el jardín que la tierra, y no nos quebramos nada.
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Sergio Nuño Bawden |
– Como teníamos también el AKA aquí terciado en
la espalda, la ametralladora quedó arriba del techo. Así que saltamos y caímos
en el jardín e hicimos una fila, una hilera con otros compañeros. Esperamos la
otra pasada de los Hawker Hunter, imitando a lo que hacían los
vietnamitas contra los aviones de EEUU. Había que contar algo de 30 segundos y
empezar a disparar cuando pasaba el avión, ya había una cortina de fuego ahí.
No hubo ningún avión que cayó.
Una bomba al Hospital Militar
– De ese mismo libro, del mismo comandante relata
que de uno de los aviones que bombardearon la casa residencial en Tomás Moro,
cayó una bomba en el Hospital Militar. Dicen que el piloto era hijo del general Gustavo Leigh, comandante de la
aviación chilena. Todavía es un secreto de ¿quién eran los pilotos que
bombardearon el palacio de La Moneda y la Casa de Tomás Moro. Pero el
comandante de la escuadra esa, él dice que yo estaba a cargo de esa de esa
escuadra. Pero de los otros pilotos, no se saben los nombres, a pesar que los
prisioneros de la escuela de la aviación, ellos dijeron más o menos quienes
eran los nombres de la gente. Porque muchos especularon y dijeron que habían
podido haber sido pilotos norteamericanos, como diciendo que ellos son expertos
de la guerra y los chilenos no. Bueno, chileno entre comillas, porque el
apellido Leigh (inglés) no es chileno y el apellido [del ex integrante
de la junta militar que reemplazó Leigh 1978, Fernando] Matthei (alemán)
o [la ex presidenta dos periodos, Michelle] Bachelet (francés) tampoco.
Al final tenemos unas Fuerzas Armadas internacionalistas que es para todos los
gustos. Ahí nos explicaron que los chilenos estamos protegidos por las Naciones
Unidas y ellos defienden las Naciones Unidas y no defienden el país en sí. Eso
es más o menos lo que ocurrió, ese día lo que pasó.
El fusil de Fidel y bombardean la casa
¿Qué pasó después del bombardeo? ¿Adónde iban? Entiendo
que la secretaria privada de Allende, `la Payita´, iba a ir a dar su respaldo
al presidente Allende que ya estaba en La Moneda La Moneda. Ella se llevó
Enrique, su hijo de 20 años y también el fusil que Fidel Castro le había
regalado a Allende en su visita a Chile. Pero fueron detenidos antes que
entraran y el hijo desapareció para siempre.
– En esta parte son pocos los que hablan la
verdad. La verdad en esta parte es bastante mala y cruda, horrible. Primero; no
había Plan B. Si este plan de defensa de la casa y se te acaban las balas,
porque eran 120 tiros para cada uno, ya tú no puedes seguir combatiendo y la
AKA tampoco tenía un yatagán para ponerle la punta
el puñal ese e ir con el yatagán a atacar a los aviones. O sea, cómo va a
pegarle con el yatagán a los aviones. Era absurdo. Uno de los integrantes de
nosotros, un instructor de nombre Ovidio Toledo, su nombre político era Boris,
él dice hay que sacarle el percutor al AKA para dejarlo inutilizado para que si
bien después hacer el barrido en la casa, ese fusil no sirva, que queda inútil.
Agarramos todos los percutores de los fusiles y lo echamos en un vehículo.
– Es triste al final esto. Nosotros fuimos carne
de cañón primero. Eso hay que tomarlo bien en cuenta. Ahora el Partido
Socialista los dirigentes después de la batalla, la guerra iniciada por las
`gloriosas´ Fuerzas Armadas de Chile, obediente a la Constitución que
establecía; traicionar el juramento a defender la Patria y la Bandera. Y la
quemaron y bombardearon el símbolo de la democracia que era la casa de La
Moneda.
– Todo esto nosotros no lo sabíamos. Porque en
ese tiempo los teléfonos todavía eran fijos. Claro que no teníamos celulares,
no existían los celulares. Tampoco había una radio un par de radios en los
autos que con la antena y todo eso se escuchaba muy mal. Nosotros quedamos
desconectados de La Moneda y a Tomás Moro. Yo le grité al resto de la gente
¡“SALVASE QUIEN PUEDA”!
– Porque el jefe que teníamos de cabeza, se
desapareció. No dio ninguna orden de decir; “oye por aquí, en la salida una 5 o
10 cuadras más abajo hacia la costa está la embajada de Venezuela, la embajada
de México, la embajada de aquí ¡vayanse a asilar porque lo que va a haber es un
barrido aquí del fascismo, pero terrible”! Se fue no más se fue sin decir nada,
y por iniciativa nuestra, dijimos aquí que ¡“sálvese quien pueda”! Habían 5 o 6
compañeros de Valparaíso y Viña, que quedaron tirado y hacía como dos semanas
que hayan llegado a La Casa del Cañavera
en la cordillera, instrucciones por orden del Partido para cuidar la sede del
partido, no para cuidar Allende, sino que era una cosa secundaria, y se
encontraron con esto, sin instrucción militar, sin saber leer ni escribir. No
sabían tampoco disparar con el AKA. Le pasaron una a cada uno.
“Muchos que especularon”
– Muchos compañeros de los que actuaron en La
Moneda, un par de ellos, especularon demasiado en las conferencias en las
entrevistas que tuvieron después que pasó todo cuando volvió la alegría a
Chile. Hay muchos que especularon demasiado como diciendo que estábamos
preparados para combatir a los cuatro ramos de las fuerzas armadas. Eso es
mentira. Porque yo, cuando me dijeron “¡arriba al techo!”, yo estaba, hablando
la chilena, “cagado de miedo”. Tenía miedo, pero el miedo se superó, de todas
maneras. Hay otros que se escondieron en algún rincón por ahí, porque no
superaron el miedo. Y es natural que haya miedo. Nunca uno vivió una guerra, ni
con balas o bombas de verdad. Fue muy afortunado que nosotros salimos con vida.
– Con mi hermano y el otro hijo de `Payita´, Max
Ropert que estudió en Cuba, es médico y cardiólogo, ya pensionado, él y otro
compañero de Concepción que es Boris tomamos un auto y nos subimos al auto,
porque había que irse de ahí, ya no podía estar ahí, esperando que llegara la
otra fuerza militar y te tomaran prisionero o te dispararon, a matar
directamente. Vamos saliendo nosotros con el auto y pasó un avión y explotó (la
bomba) al lado del auto. Se reventó el neumático, los vidrios se rompieron.
Menos mal que no quedamos sordos, ni nada. Porque la bomba expansiva, si es una
onda como que te meten los huesos hacia dentro y es terrible. Eso hay que
sentirlo. Éramos hombres muertos prácticamente ahí, muchachos de 18 a 20, yo
tenía 23 años.
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Un "pelito" de ser aplastados por el tanque de guerra. . . |
“Le pegaron tantos a los testículos”
– Sacamos a esa gente en un furgón hacia la [la
Comuna] Estación Central. Pude pasar unos controles militares que tenían otros
vehículos controlando los documentos y tenían a la gente manos arriba y en los
vehículos. Pasamos hasta la Estación Central y dejo yo esa gente y le indicó
donde quiera el terminal de buses para que se vayan a Valparaíso. Ahí con mi
hermano nos perdimos y nos metimos a la clandestinidad. Porque no teníamos
ninguna orden de ningún jefe. Se perdió todo el contacto.
– No sabíamos lo que había ocurrido en el
ministerio público y en La Moneda hasta un buen tiempo. El 13 de
septiembre. . . yo salgo el 12 de septiembre que levantaron el toque de
queda. . . me parece . . . es que tengo una o varias lagunas en la cabeza, pero
no sé si es el 13 o el . . . cuando allanan a la casa donde estaba mi
hermano. Yo había ido con mi señora a la casa de mi mamá a Conchalí, a decirle
a mi madre que estábamos vivos.
– Porque supe que había pasado después otro
compañero que había llevado una gente de la población San Luis, que queda cerca
la Escuela Militar, llevando gente para ayudarnos a nosotros. Pero gente que
no, no tenía idea de tomar un fusil y este chofer le aviso a mi mamá que
nosotros habíamos muerto en un bombardeo, una noticia fatal total. Al ir yo a
esa casa de mi madre a decirle que estábamos vivos, me tuve que quedar ahí por
el toque de queda.
Los torturadores en la Escuela
de la FACH
– Al día siguiente regresé a la casa donde
estaba, mi hermano y yo no pude llegar a esa casa por seguridad, sintiendo que
algo malo había sucedido. Son cosas de energías. . . no sé qué pasó ahí, le
digo a mi señora que se vaya y adelante vea la cosa y en media hora más, nos
juntamos en tal lugar, lejos de ahí de la casa. Así que hasta que no nos
juntamos como dos o tres puntos que dimos y me dice que allanaron la casa,
buscando armas y que se llevaron detenido a mi hermano. De ahí ya no supimos
más de mi hermano, hasta un buen tiempo después.
– Lo torturaron en la Escuela de la FACH (la
aviación chilena) ahí en San Bernardo en la Base Aérea El Bosque.
Lo hicieron mierda y le pegaron tantos a los testículos porque, le decían, que
no iba a tener nunca un hijo, ¡“nunca vas a engendrar a un hijo y que sea
comunista, igual que todos”! Porque todos éramos comunistas al final,
consideraba la derecha, de todos los califican de comunista. Después hecho una
piltraja, de ahí lo suben a un bus y lo llevan a la comisaría que está al lado
del Hospital Barros Luco en la Gran Avenida. Después de ahí, lo tiran como una
piltraja al Estadio Nacional. Pero cuando salió la noticia que iba a ir la Cruz
Roja Internacional a ver a los presos del estadio, sacaron a mucha gente y la
trasladaron a Antofagasta y a la salitrera en Chacabuco. Ahí se quedó otro
tiempo más en Chacabuco. Por lo menos al sol [en el desierto de Atacamas] le
hizo bien, porque le cubrió los hematomas al sol y ya no hubo tortura y
seguramente estaban prisioneros no más.
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La junta militar en 1983, diez años de dictadura. FOTO: DICK EMANUELSSON |
·
Hay un relato sobre cuando su hermano
entra, haciendo fila dentro de los pasillos del Estado Nacional, cerca de los
camarines. Él no podía levantarse, estaba tan torturado y el mando gritó,
obligándolo a formarse los presos, pero hasta el mismo mando se dio cuenta que
su hermano estaba en tan mal estado, prácticamente moribundo, y le pasó incluso
una pastilla. Además, otro soldado le dio algo como un calmante y un vaso de
agua. Los mismos verdugos ante la terrible imagen de la cara destrozada y
cuerpo totalmente molido, hasta ellos se conmovieron.
– Le salió un poco de lo humano. Lo que pasa que
el soldado de la aviación tenía un hermano preso y este soldado le dijo a mi
hermano que lo conocía. Seguramente era del barrio, de la población donde
vivía. Por eso le trajo unos calmantes y un vaso de leche, me parece que fue.
¿De ahí fue llevado a Chacabuco, el campamento de
concentración en pleno desierto allá en el norte de Chile, cerca de
Antofagasta?
– Si, unos 80 kilómetros, hacía la cordillera.
¿Cuánto tiempo estuvo ahí?
– Creo que salieron en febrero del 74´. Como se
veía muy mal hacer un campo de prisioneros, los trasladaron al Estadio Chile en
Santiago. Ya en Santiago, como mi hermano aguantó la tortura, los golpes y todo
eso, no habló nada de que quienes éramos. Ahí habían otros compañeros del GAP,
también que uno no podía identificarse bien con ellos, solamente “hola, hola”,
y muy por encima porque todo el mundo desconfiaba de todo. Si él que había
hablado, a él lo que sabía, él había, una censura entre nosotros para cuidarnos
y protegernos.
¿Y tú en que pasaste esos días, esos meses?
– Me dieron asilo en una casa y estuve como tres
meses sin salir a ver el sol siquiera, escondido. Porque la guerra y el rastreo
de los militares en todas las poblaciones seguía. Y como no teníamos ese Plan
B, que podía decir una Casa de Seguridad o una embajada, nadie dijo nada.
Estaba todo así en el aire. Todos los que hablan de revolución y que especulan
con que estábamos preparados para. . . todo y podíamos haber ganado la del
desafío ese. Pero no, la realidad era muy muy cruda, muy fuerte, muy salvaje.
Hay que vivirla, hay que estar ahí para pasaderes y tenerles miedo las balas.
Porque es una bala de grueso calibre, te revienta.
¿Tu hermano salió con un salvoconducto a Buenos
Aires?
– Salió en libertad y estuvo una semana en la
casa. Él tenía pesadillas en la noche, no dormía porque todos quedamos con
traumas después de tanta paliza. Para él era dormir, dormir, dormir solamente
dormir y se levantaba a comer e ir al baño y seguía durmiendo. Tuvo la
posibilidad de salir hacia la Argentina con una compañera argentina, que andaba
de visita en Santiago. Ella lo sacó y lo llevó a su casa en la ciudad de
Rosario.
- La ciudad del, Che.
– Y de Messi. Gracias a ella logró mi hermano
salir del infierno de Chile.
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Sergio Arellano Stark, el General de “La Caravana de la Muerte”, firmó la sentencia de Manuel Céspedes. |
Cae Preso
– En marzo de 1974, me toman preso que duraba cinco meses en prisión en la Cárcel Pública. Me dieron un recibimiento como se lo dan a todos el primer día. Te sacan fotos de perfil, de frente, te marcan las dos manos. Te ponen un numerito aquí (en el pecho) de presos, etcétera. Esa tortura psicológica que hay en la cárcel, en que llaman a uno, sale porque tiene que ir a tribunales. No se sabe si lo llaman los milicos o lo llama el juez. Si vuelve es porque fue al Tribunal. Si no vuelve es porque los milicos lo desaparecieron. Así duerme uno con un ojo abierto y uno cerrado. Porque todos los días estás pensando “si me llaman a mí, ¿volveré, no volveré, que me harán, si cayó otro compañero y habló”? Creo que fue el peor castigo psicológico que nos metieron. Porque uno no sabía cómo salir de esa jaula, y del país tampoco. Porque para salir del país bien, tienes que tener un pasaporte, un boleto de avión, de bus, tener dinero, quedamos sin dinero, quedamos sin nada. Todo eso trajo un montón de conflictos.
– Nace mi primera hija y yo preso. Me tocó salir
libre y la sentencia que me entregan a mí del Tribunal de Guerra está firmada
por Sergio Arellano Stark, que era el General
de “La Caravana de la Muerte”. Yo digo, “bueno,
este hombre puso la firma y se equivocó conmigo”. Porque Pinochet dio una
orden, que a todos los del GAP había que matarlos todos. Porque no tenía que
quedar ningún testimonio, para que después dijera y contara qué es lo que pasó
con esta historia, que contara la historia real.
·
Ese general pasaba en octubre de 73´ en “el
Helicóptero de la Muerte” hacía el norte, a Calama u otras partes, donde
aterrizaba con el helicóptero, sacaba los prisioneros políticos que se
encontraban en los regimientos del ejército y los fusilaba en el lugar mismo.
– Horrible, sin tener prueba. Resulta que toda la
gente que murió, y que asesinaron en ese tiempo, la mayoría de la gente
administrativa.
¿Allende se suicidó?
- Yo le escuché a final del mes de junio, contradiciendo la versión oficial de que Allende se suicidó con el fusil, incluso lo del que Fidel le había regalado. Usted tenía una versión totalmente diferente, además con dos años de experiencia del ejército y sabes cómo funciona un fusil, y no se puede hacer dos tiros y matarse.
– Imposible. Las mismas películas de guerra que
se muestran en Hollywood, muestran de que los militares entran disparando
ráfagas. Nadie es testigo, nada más que los militares que entraron disparando
son los testigos de lo que ocurrió ahí. Ninguno de nosotros es testigo de eso,
porque ya estaban los GAP afuera, tirados en el suelo y con el tanque
amenazando que iba a pasar por encima de ellos si no cesaban los tiros que
tiraban los GAP que están en el Ministerio de Obras Públicas. El oficial ese
iba a dar la orden de que el tanque pasara por encima de ellos. Ahí se paró un
poco la cosa. Tiene que haberse parado, porque se le tienen que dar terminado
las balas, las municiones a los de La Moneda también se le tienen que
dar terminado las municiones.
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Salvador Allende y sus más cercanos observan los sobrevuelos de la aviación de guerra. |
– Se combatió como seis horas en La Moneda,
era un grupo menos de 26 personas. Porque los detectives estaban ahí, pero los
detectives no participaron en repeliendo a los militares. Ellos estuvieron ahí
porque andaban acompañando la escolta de Allende. El asunto es que el estudio
que hace un periodista y un científico, hicieron libros sobre esto. Entraron
ahí a La Moneda, vieron la muralla, midieron desde el sillón, donde estaba
Allende, a pesar que esa sala también, la de adentro cambiaron toda la
construcción adentro, o sea la parte donde estaba Allende, ya no está, es de
otra oficina. Ellos hicieron las mediciones y por la ficha que entregó el
Instituto Médico de la morgue la del Hospital Militar.
– Ellos fabricaron un veredicto de cómo murió. El
hecho de que descubrieron, que el cadáver tenía dos salidas de bala. Una aquí
en la barbilla, es que le destapa todo el cráneo, y otra bala, de otro calibre
de un revólver, también cerca de la cabeza. La cabeza del cráneo tenía dos
salidas de bala. Ahí queda demostrado que Allende no se suicidó.
– Cuando entraron los militares disparando,
seguramente le dieron al cuerpo, que lo llenaron de bala y el chaleco (suéter)
y la ropa quedó destrozada. Pero Allende tenía un pequeño closet, un ropero con
camisas, chalecos y seguramente sacaron ropa de ahí y lo vistieron de nuevo
para tapar la sangre. Porque si la foto que mostraron de él en el sillón,
además en blanco y negro que no se nota muchas cosas, se ve un cráneo
destrozado y una mancha grande de sangre. Seguramente en la misma alfombra lo
sacaron en camilla fuera y ocultando todo para que no se viera nada.
¿No tenía perforaciones en la ropa?
– No.
¿Es como un “falso positivo” del ejército
colombiano, que mató una cantidad de civiles, los pone un camuflaje sin una
perforación y dice que son “guerrilleros dados de baja en combates con el
ejército”?
– Exactamente, es igual.
– El pensamiento nuestro es, que ojalá que
hubiera hecho eso a Allende, de suicidarse, porque si lo tomaban detenido
preso, iban a hacer “hazme reír” del país y a nivel mundial. Porque lo iban a
vestir igual como a los presos con traje a raya en una jaula. Hubiera sido otra
historia la que se contaba. De todas maneras, el discurso final que él hace, es
un discurso muy emblemático, muy de él, en el cual le dice al pueblo que se
vaya a sus casas para que no hubiera más muerte, para que no hubiera más
masacres. Porque las Fuerzas Armadas matan, dispuestas a “barrer con todo el
comunismo y marxismo”, que existía en ese tiempo.
– Lo que él hace es una acción noble humana que
es lo que todavía en todas las universidades en el mundo estudian el proceso
chileno y estudian la vida de Allende. Porque él quería hacer una cosa muy
parecida a lo que hizo Olof Palme (Ministro de Estado sueco,
asesinado el 28 de febrero de 1986 por lo que se sospechan eran asesinos al
servicio de la CIA, nota del autor) de esa manera democrática y solidaria con
los pueblos que necesitan solidaridad. Eso se cortó de raíz. Costó 50 años de
un apagón, cultural, de explotación y 50 años de saqueo de la de la gente.
– Porque hoy día vemos cómo la juventud llena el
Estadio Nacional con el rapero Bad
Bunny. Va a estar siete días en septiembre con el estadio lleno
y las entradas ya están todas agotadas y vendidas de los siete días. Estamos
hablando de 60 mil personas gritando y bailando ahí fumando marihuana. Fue la
Chaquira hace poco una semana entera, llenó el Estadio Nacional y también y el
estadio de Concepción. Convoca mucha juventud.
- Es el modelo neoliberal. . .
– Tú convocas para apoyar una huelga de
estudiantes o apoyar a una ceremonia por los detenidos desaparecidos, van
50–100 personas. No se sabe dónde está la juventud. Le gusta ahora solamente
esa parte de ir a ver a los artistas, ir a saltar un poco, gritar y fumarse un
pito. Hay gente que todavía se organiza, se la juega un poco, pero también está
la presión y opresión del sistema, tanto de la policía como las Fuerzas Armadas
tienen oprimido a todo Chile.
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En el mes de febrero, 2024 fueron sentenciados en Temuco dos líderes mapuches por una provocación ejecutada por la forestal, y respaldado por el Ministerio de Justicia. FOTO: Juana Gónzalez. |
– Ahí tienen a los mapuches acorralados,
acusándolos de terroristas, diciendo eso es mentira. Si fueran terroristas, no
tendrían helicópteros allá para controlar, los drones y las tanquetas que le
regaló (la presidenta) Bachelet a los policías, tanquetas de guerra, casco de
guerra, todo de guerra. Porque ellos no son carabineros que dirigen el
tránsito, son soldados de guerra y ahora metieron al resto de las Fuerzas
Armadas, a los marinos, a los soldados y a la aviación y más la policía en ese
pequeño territorio de los mapuches.
– Están rodeados de todo ese instrumento. Y así siguen diciendo que hay terroristas. ¿Porque los tienen acorralados? Por seguir robándose la madera nativa que la sacan, cortan los árboles nativos de 200–800 años y plantan un pino o un eucalipto que va a destruir la naturaleza, va a contaminar y se va a chupar todo el agua de los lagos y en eso va a terminar. ¿Porque? Porque las transnacionales de las forestales, tanto de Suecia, Japón, o China necesitan celulosa, y contaminan. Porque aquí no se puede contaminar por eso las celulosas están allá.
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El hermano de Manuel vivió otro golpe militar, esta vez en Argentina. |
Otro golpe militar, ahora en Argentina
·
Antes que clausuramos la entrevista, quisiera que
habláramos sobre el caso de su hermano Pedro, que logró llegar a Buenos Aires.
Pero ahí vivió el golpe de estado el 24 de marzo de 1976 y tuvo que exiliarse
otra vez, y llegó a Suecia. Usted le siguió. ¿En qué año llegó Usted a Suecia?
– Mi hermano estaba en Buenos Aires cuando pasó
el golpe militar y yo, ese año, 76´, a fines de octubre yo logro cruzar la
frontera en cerca de Mendoza (lado argentino) en bus. Y como salí, como dicen
“por la puerta ancha”, es decir no salí en forma clandestina y entré legal a
Argentina. Porque mi madre se había quedado con ocho hijos y sin comida. Mi
padre desapareció, se fue de la casa, no es que haya desaparecido, dejó la casa
no más. Dejó la casa y mi madre se quedó con todo ese peso. Yo ya era papá de
mi hija y también necesitaban que yo fuera a trabajar y a llegar con el pan a
la casa.
– Como estaba fichado yo por haber estado preso,
no tenía tampoco ninguna chance de encontrar un trabajo con contrato en alguna
institución o en alguna empresa. Tuve que salir a vender diarios y periódicos a
la calle. Con ese poco dinero que ganaba, tenía que dividir un poco para mi
madre y un poco para mi mujer y mi hija. Así fue la triste historia cerró en
octubre 76´.
– En los años 80´ yo conseguí entrar como chofer
a una locomoción colectiva de buses de tráfico local. Ahí ya ganaba un poco más
de dinero y me hicieron contrato sin pedirme el papel de antecedente porque, el
que me dio trabajo ahí, era conocido mío.
A la lucha clandestina con el FPMR
– Pasó el año 83´ y nace el Frente Patriótico
Manuel Rodríguez (FPMR) y empecé a trabajar un poco con algunos de ellos
para trasladar propaganda. Había gente que en el amanecer a las 5–6 de la
mañana, salían a tirar `miguelitos´ en las calles para poder pinchar las
llantas y paralizar la locomoción, produciendo un caos a los milicos. En la
noche de la tarde, había fogatas y se prendían neumáticos. También se tiraron
esas cadenas a los cables para producir el apagón eléctrico. Se produjo caos
por todos los puntos cardinales de Chile para empezar a molestar a la DINA
(Dirección de Inteligencia Nacional, 1973-1977,
reemplazado por CNI, La Central Nacional de Informaciones, disuelta
1990) que entraba a las poblaciones y seguían matando y torturando gente.
Para frenar eso nace este grupo del Frente Patriótico y encara a estos agentes.
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En la tumba de Salvador Allende el 6 de septiembre de 1983 en Viña del Mar. FOTO: DICK EMANUELSSON. |
– Para eso se necesitaba mucha infraestructura,
mucha población, mucha ayuda desde la base, esconder a esta gente a veces
cuando arrancaba y claro, nosotros, como teníamos un pase para circular en la
mañana antes que se levantara el toque de queda, podíamos esconder un par de
ellos arriba del bus, o trasladar la propaganda y entregársela en otros sitios
a otras personas que recibían los panfletos. Esto fue en 1983 y en 1984, se
prendió bastante la cosa.
- Si me permite; yo llegué la primera vez a Chile en enero 1980 y todo estaba tranquilo. Decía la publicidad en las estaciones del metro que “Chile avanza en Paz y Orden”. Regresé el año 83´ y llegué en junio y estuve hasta septiembre, pero ¡qué diferencia! Como usted dice, el pueblo se había levantado. En todas las poblaciones participaron en el Paro Nacional. En el mes de agosto el dictador sacó el ejército y mataron ese día del paro a 28 personas en todo Chile. Fue impresionante, un pueblo decidido ir más allá.
– A tirarse del hambre y el aval de la desaparición
y la tortura. Arriesgaban la vida para poder frenar eso.
¿Hasta cuándo estuvo en Chile?
– Antes que llegar a fines del 1984, yo
psicológicamente estaba ya “full”, ya estaba casi reventado mentalmente y
psicológicamente. Y uno siente los pasos atrás. Yo sentía que iba a haber más
persecución, más fiscalización y en cualquier momento iban a agarrar nuevamente
a la gente que ya había estado presa. Porque eso hacían, los soltaban y después
los retomaban de nuevo, lo apretaban de nuevo para ver si ellos “sabían de
fulano, fulano, fulano” de los que buscan.
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El 30 aniversario del golpe de estado. FOTO: DICK E. |
– Mi hermano ya estaba acá Suecia (la ciudad de
Växjö, región de Småland, en el sur). Creo que llegó el 1979 acá y al final del
1984 él conversó con la directiva del Partido Socialista (en exilio) en
Estocolmo, hablando sobre mi persona, que yo necesitaba salir de Chile y que me
consiguiera el asilo político acá a través del partido. Fue una cosa que el
partido ignoró. No apoyó nada, porque también el Partido Socialista que se
siente hasta la fecha aquí en Estocolmo, es un Partido Socialista de derecha,
no es de izquierda.
¿Social demócrata?
– ¡Ni eso, ni eso! No, no, no. Eso sería darle un
título a la socialdemocracia y es lo que es la social democracia. Pero ya estos
conversos traidores al mismo pueblo y a sus mismos compañeros, uno que dio la
vida por el país, por el partido, dio la vida por por todos los chilenos para
que Chile tuviera un bienestar mejor. Lo más grande que hizo Allende fue
nacionalizar el cobre y el medio litro de leche para todos los niños en Chile.
– Como te digo, llega mi hermano, hizo todas las
gestiones acá, también a través de la Cruz Roja Internacional, Amnistía
Internacional, ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados). Aunque el Partido Socialista aquí le consiguió muchas visas a
mucha gente que no era ni política, no era nada comprometido. Mi hermano se la
jugó y me mandó un pasaje. Llego acá y al día siguiente voy a la entrevista con
la policía. Traigo las cartas de recomendación (la firma de la detención) de
Sergio Arrellano Stark, las pongo en la mesa y la policía sabía todo. No tuve
ningún inconveniente y me dice, “vayas al campamento (de refugiados) de
Alvesta”. Pero mi hermano le dice “no, él se va a mi casa. No tiene que ir al
campamento, yo tengo comida, tengo cama, así que él es mi hermano y él se va
conmigo”. Se ahorraron (los suecos) ese dinero del campamento.
– Yo me puse a trabajar, lavando platos en la
noche y me dieron un permiso para estudiar en el día. Después de tres meses me
dieron la residencia permanente. que era algo así medio en el año 1985. Era
difícil conseguir la residencia con respecto a los asilos políticos. Porque se
hablaba que “vino ya la democracia, estaba todo estabilizado” (en Chile). Aquí
estoy agradecido de Suecia por su solidaridad. Conocí a Olof Palme en Växjö un
Primero de Mayo y el 28 de febrero lo mataron.
·
Si hacer un resumen del GAP, fue una
experiencia muy interesante y valiosa para Usted, marcando toda la vida. Ahora
va a regresar a Chile y va a pasar también el 11 septiembre con los compañeros
del GAP que todavía están con vida.
– Sí, pero no vamos a estar en Santiago sino
somos invitados a Buenos Aires.
·
¡Cuidado, porque ahí tienen un nuevo
Pinochet argentino!
– Un payaso. El 11 de septiembre en Chile, la
verdad es que se hace una romería, se pone una corona, unas flores ahí en el `Morandé
80´ y en el monumento de Salvador Allende. Después, ya es la rutina
de todos los años.
– Porque todavía algunos compañeros que estamos
trabajando en diferentes frentes sociales. Por ejemplo, como seis que estamos
involucrados con la organización de expresos políticos y exonerados políticos,
que se llama una Mesa Unitaria, que todavía se está peleando por 28 mil
compañeros ex presos políticos que no le reconocieron el carácter de ex presos
políticos y quedaron fuera de la ley. Todavía se pelea que ellos son
presos políticos y que merecían, claro, haber recibido también esa reparación
después tantos años.
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Un homenaje septiembre de 2003 al presidente Salvador Allende y los integrantes del GAP que cayeron defendiendo al presidente. FOTO: DICK EMANUELSSON |
Las elecciones presidenciales 2025
¿Qué piensa ahora que algunos quieren regresar al
73´, tres candidatos presidenciales de la extrema derecha, todos con apellidos
y ascendencias alemana, y dice uno públicamente que yo haría lo mismo que
Pinochet tuvo que hacer?
– Me han preguntado y hemos discutido en Chile este punto. Aquí en Suecia también he conversado con algunos dirigentes y dicen que Jeanette Jara, la candidata del Partido Comunista puede ganar en la primera vuelta y en la segunda vuelta gana la derecha. Hay una diferencia de los tres alemanes con Jeanette Jara. Ella no es una combatiente como (la ex presidenta del PCCh) Gladys Marín, se puede decir que es socialdemócrata.
– Pero ella viene de Conchalí, de mi comuna (nació en una casa de emergencia donde vivía con su papá y abuela) y yo no la conocía. Pero ahora la conozco como candidata y como ministra del trabajo. Pero la diferencia entre los tres alemanes y Jeanette Jara, es que Jeanette Jara puede meterse en todas las poblaciones “callampas”, en todos los barrios marginales y es bien recibida. No es un fenómeno de que a ella le abran la puerta de la casa. En cambio los tres alemanes tienen problemas, no pueden entrar a esas poblaciones.
– Y cuando van, van custodiados con policía, con
guarda espalda y todo eso. En cambio ella se ha visto que va a la Quinta
Región, se ha paseado con la gente, entra a las casas, entra en los locales
llenos, llenos, llenos y todos quieren tocarla. Entonces se ha transformado en
un fenómeno popular. Eso dice mucho, porque si hay un rechazo de los tres
alemanes y dele con que “la comunista se van a comer las guaguas” (los bebés),
que te van a quitar la casa, la casa de verano. Ese cuento ya no se lo cree
nadie, porque ya está muy cultivado ese cuento. Quizás alguien se lo traga,
pero yo creo que ya la gente no cree ese cuento, no lo asusta.
– Pienso que puede haber una sorpresa en que
salga la Jeanette Jara. Pero eso no va a cambiar, la política y el sistema de
hoy, eso no va a cambiar, van a seguir administrando el sistema.
·
Para cambiarlo se necesita algo más
como tenía Salvador Allende, es decir un movimiento popular inmenso que hubo en
circunstancias muy diferentes que las de hoy, donde un pueblo ha sido más o
menos como espectador. Interesante que Jara sea muy bien recibida.
– La gente por ejemplo recibe bonificaciones, un
bono de invierno de 40 mil pesos para que tú compre dos cilindros de gas. A lo
mejor ella dará 40 mil más para que compres cuatro cilindros de gas. Es la
medida de apaciguar a la gente, que a lo mejor sube un poco las pensiones ya un
1%, quizás por un 0,5%. Pero el hecho que haga cierto indicio de mejorar la
economía de la población, es una manera también de apagar el en que la gente,
no salga a reclamar a hacer protesta. Es como el palo y la zanahoria.
– Pero si sale un alemán, cualquiera de ellos,
inmediatamente va a haber una contramanifestación. La gente se va a levantar.
Porque el tipo que está amenazando ahora antes de ser presidente, que él va a
llamar a las Fuerzas Armadas que de un golpe de estado, él está arrastrando el
poncho amenazando al pueblo, al país.
·
Y el pueblo mostró el 2019 en la revuelta,
en el mes de octubre y noviembre que si hay realmente una alternativa para
luchar, el pueblo está en la calle.
– Exactamente. No se ha borrado, está ahí
guardado. Pero falta que le prendan la llama.
·
Ha sido un momento muy interesante,
realmente cómo ha abierto la vida, como un libro de vida. Además, esos años tan
importantes para no olvidarlos para no cometer y repetir los mismos errores de
esa época. Le agradezco muchísimo por esto este relato, que también en cierta
forma es un testimonio histórico, sobre todo para la juventud hoy en Chile
pueda leerlo, escucharlo y verlo para entender que la vida no es solamente ir a
escuchar un rapero en el Estadio, sino que la vida viene siempre el siguiente
lunes. Porque hay que trabajar y luchar, no hay ningún otro remedio o camino.
¿Quisiera dejar algún mensaje a sus compañeros
del GAP y al pueblo chileno en general?
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Fernando Chávez. |
compartí, después que la alegría llegó a Chile. Quiero dar algunos nombres, por ejemplo, aquí en (la comuna sueca de) Söderetälje, vivía un compañero que estuvo preso en Chacabuco con mi hermano y se llamaba Fernando Chávez. A él lo torturaron de tal manera la DINA. Porque él tenía fotos cuando estaba con el AKA en el “Tanquetazo”. Él sale afuera de La Moneda y el Morandé 80 con el AKA y está en varias fotos de la televisión y periódicos. Él también viajó con Allende a Cuba. Siempre anduvo al lado de él. Este compañero falleció aquí en Södertälje y desgraciadamente la compañera que tenía no permitió que nosotros le hiciéramos un homenaje a él.
– Otro compañero es Julio Soto, que era el chofer
de Salvador Allende en ese día también. En ese tiempo vivió aquí en Estocolmo
(en la comuna de Sollentuna). Julio Soto hoy día vive en Alemania pues si, su
señora es alemana. Con Julio fuimos siempre a visitar a Fernando para tratar de
convencerlo de viajar a Chile junto los tres, pero él nunca quiso viajar.
Porque lo hicieron. . . lo torturaron de tal forma, y con un soplete le
borraron todas las huellas digitales de los dedos. Y le dijeron que él era un
“NN”, que él nunca iba a ser Fernando Chávez, que él no tenía cómo
identificarse. Así que él quedó con pánico de eso de poder regresar.
– Después tenemos otro compañero que murió de
cáncer en Viña del Mar, que fue uno de los que fundó la Radio Sol, una radio
comunitaria que tenemos en Chile. Estamos tratando de revivirla nuevamente,
pues yo no sé nada de radio, sé hablar, pero no sé de la computadora y dirigir
los controles. Pero estamos en eso, vamos a levantar esa radio, resucitarla
nuevamente porque están los equipos.
La web: https://www.gap-chile.org